7 de octubre de 2009


Yo no me arrepiento de las cosas que he vivido,
de los sueños derramados,
de las noches de sudor.

Entre tantas cosas que el camino me ha enseñado,
no hay pecado más terrible,
que no haber sentido amor.

Después de tí ya no hay nada,
ya no queda más nada, nada de nada.
De vez en cuando tengo frio y le pregunto a mi destino:

¿Cómo entregarme en cada nuevo suspiro, después de ti?

¿Cómo vivir después de ti?

No hay comentarios:

Publicar un comentario